Cualquier obra artística es fruto del trabajo de mucha gente. De profesionales que se dedican a perfeccionar, producir y dar forma a la obra que el creador ha concebido. Si queremos que la cultura perviva, tenemos que protegerlos a todos. Su independencia económica es la única garantía de su libertad para crear.
Que no te engañen: no hay otra forma de que la cultura sea libre.